Daniel Stamm , el realizador alemán de la película de terror La luz del diablo que se encuentra en la cartelera de cines, explica qué se requiere para hacer una historia aterradora. Stamm tiene una carrera en este género con películas como El último exorcismo , 13 pecados y series como Scream , Fear the walking dead y Them . En esta charla via Zoom con El País, el realizador habla del género que lo hizo conocido, de su película debut, esta nueva historia y cómo se entra al inconscientes del público para generar sustos

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Daniel Stamm , el realizador alemán de la película de terror La luz del diablo que se encuentra en la cartelera de cines, explica qué se requiere para hacer una historia aterradora. Stamm tiene una carrera en este género con películas como El último exorcismo , 13 pecados y series como Scream , Fear the walking dead y Them . En esta charla via Zoom con El País, el realizador habla del género que lo hizo conocido, de su película debut, esta nueva historia y cómo se entra al inconscientes del público para generar sustos.

—Tu carrera comenzó con el pie derecho. A neccesary death, tu primera película ganó en el festival del American Film Institute. ¿Qué recuerdos tienes de ese debut?

—Nadie la ha visto pero estoy muy orgulloso de ella. Si pueden encontrarla, véanla porque es la última película que hice antes de que cualquier estudio estuviera involucrado. Allí, cada cuadro es mi responsabilidad.

—Tienes una larga carrera como director de películas de terror, ¿cuál es la clave para hacer un éxito en el género?

—Lo que es diferente de hacer películas de terror es que son muy viscerales. Están directamente conectadas con nuestras pesadillas y nuestro subconsciente, y para un director es genial porque puedes trabajar con todas las herramientas cinematográficas, porque implica lo visual, la música, el diseño, el sonido. Y al llegar inconsciente de la gente, los aterras, porque lograste entraste a sus peores pesadillas y miedos. Eso es genial.

—El subgénero de exorcismos no nuevo para ti. En 2010 dirigiste El último exorcismo .

—Sí, hice esa película porque el productor vio A neccesary death y dijo: “queremos una película de ese estilo, ¿puedes hacer una película de terror?”. Nunca había pensado en hacer ese género pero aprendí que en Hollywood, si alguien te pregunta si puedes hacer algo tienes que decir: “por supuesto que sí”, y después aprendes a hacerlo. Así hicimos la película y fue un éxito suficiente como para que mi carrera no se detuviera.

—¿Hacer solo cine de terror es una casualidad o un sello?

—Amo el género, pero desde una mirada de negocios, en Hollywood los ejecutivos son despedidos muy rápido si no tienen un éxito, así que van a lo seguro para que no sea un fracaso. En mi caso El último exorcismo me dio el crédito para hacer proyectos que tuvieran cada vez un mayor presupuesto, mejores guiones y elencos. Trabajo en este género pero también quiero que haya algo de drama. Además, no podría hacer una comedia porque soy alemán y nuestra reputación es demasiado seria como para que me tomen en cuenta.

—En tu nueva película, La luz del diablo introduces algo nuevo para una película de exorcismos: una monja oficiando la ceremonia. ¿Cómo surgió eso?

—Me dieron el guion y ahí estaba toda la situación, pero sabes que tienes algo bueno entre manos cuando entiendes: ¿cómo es posible que nadie haya hecho esto antes? Este género tiene 50 años y nunca se hizo esto. En una película siempre buscas una fuente de conflicto porque el drama es conflicto, y si ponía un sacerdote en ese rol, hay una sola fuente de conflicto: demonio contra sacerdote. Pero si hay una mujer, mientras la iglesia dice que ellas no pueden dirigir una ceremonia, ella solo tiene que luchar contra el demonio, también contra el patriarcado, sus mentores, colegas y la iglesia misma. Y ella es más peligrosa y aterradora para la iglesia que los demonios.

—Poner a una monja como exorcista, ¿es una declaración política?

—Sí, claro. Lo que amo de las películas de terror es que puedes hacer eso, en este caso luchar contra el patriarcado. Igualmente el guionista, Robert Zappia es amigo de un diácono que lo puso en contacto con un exorcista de verdad, así que todo lo que se dice sobre los exorcismos es verdad.

—Antes dijiste que tenías más libertad cuando no trabajabas para un estudio. ¿Cómo es el balance entre lo que se quiere y lo que se puede hacer?

—Cuando alguien llega con dinero para financiar tu película, quiere saber qué pasa, y tienes que explicarle qué estás haciendo en todo momento. Así que tienes que convencerlos y negociar, porque te desafían todo el tiempo, sobre todo cuando se refiere a gastar dinero. Luego del enojo inicial tienes que entender que a veces hay otras opciones más económicas que pueden servir. El cliché dice que los presupuestos bajos tienen soluciones más creativas que altos presupuestos tapan el problema con dinero, y creo que al final de cuentas esa es una gran verdad.


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